Un villancico un tanto embriagador

Un villancico un tanto embriagador

MIGUEL Ángel Revilla, presidente de Cantabria y viajante de comercio de anchoas de Santoña, va a tener que ampliar su cartera de representación e incorporar el aguardiente. El día de Nochebuena colgó un vídeo en Facebook en el que confesaba que había bebido orujo de Liébana para cantar un villancico con su hija –¿tan mal cantará la chica?– y horas después circulaba con su coche en dirección prohibida por una céntrica calle de Santander repleta de bares. Los transeúntes corearon: “¡Que sople!, ¡que sople!”, pero él siguió para adelante. Eso sí, no se sabe si derechito o haciendo eses. FOTO: miguel ángel revilla, en pleno brindis | aec

Un villancico un tanto embriagador

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