Juntos y revueltos para ver el Tour

Juntos y revueltos para ver el Tour

Mientras los aficionados al fútbol se pegan al televisor o a la radio, los amantes del ciclismo comparten cuneta y gritos de ánimo a lo largo del recorrido del Tour. Y no deja de ser desconcertante que en zonas como la de Lyon, que está confinada por la especial incidencia del virus, no se permita que el público se acode en las vallas una vez en la ciudad, pero no haya problema en que se apiñe en la carretera y sin mascarilla durante horas. Una más de las tantas decisiones inexplicables en el mundo del deporte en relación con la pandemia. Y las que quedan, visto lo visto. FOTO: una multitud, esperando a los ciclistas | efe

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