en el Celta hay un jugador, cuando menos, peculiar. Se trata de Pione Sisto. Siempre anda solo, no bebe alcohol ni cuando sale a cenar con los compañeros de su propio equipo y se somete a dietas tan peculiares como la de comer durante 21 días fruta. Hasta Iago Aspas dice de él: “Va al revés del mundo. Solo le falta llevar el volante al otro lado”. Y claro, semejante rara avis ha terminado por llevar al extremo su peculiaridad y hace unos días decidió coger el coche y recorrer los 3.000 kilómetros que hay entre Vigo y Dinamarca sin permiso del club. Estaba solo y no aguantaba más, pero seguro que le espera una buena multa. FOTO: el celtista Pione sisto | aec