GRUPO NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Este grupo tuvo una construcción muy ajetreada a la vez que costosa. Las quejas comienzan nada más los primeros inquilinos entran en estas viviendas y serán continuas a lo largo del tiempo, lo que se convierte en una pesadilla para los regidores municipales. Su historia es compleja. Un balance negro, muy negro. Su nacimiento acontece el 31 de octubre de 1949 y los primeros pasos se llevan a efecto a partir del 8 de julio de 1950, en que se aprueba el pliego de condiciones para construir en el lugar de Figueiras las primeras 40 viviendas protegidas. Siendo adjudicataria la constructora madrileña Colomina G. Serrano, SA. Procediendo, entre 1952 y 1953, a la compra de las fincas. El proyecto inicial redactado en dicho año queda sustituido por otro en que la estructura de hormigón, pasa a ser de bóvedas raídas ligeramente armadas. Surgen problemas en el entendimiento sobre las diversas liquidaciones de obra y un nuevo presupuesto que encarece la edificación, con lo que la alcaldía no está de acuerdo en la construcción de otro grupo de 176 viviendas, acabando en los tribunales en 1955. Un año más tarde el Ayuntamiento tiene constancia de que la empresa había previsto construir un tipo de viviendas sin hierro, lo que, comunicado al Instituto de Vivienda, se conceden 100 toneladas y a su vez se levanta acta de las que habían sido construidas sin él. Quedan paralizadas en 1956 y no se continúan hasta el 17 de agosto de 1960, en que se adjudican a Martínez Barbeito, al igual que otro grupo de 80 viviendas.
Una vez ocupadas las primeras el 15 de noviembre de 1961, se formalizan las quejas por el mal estado de las cubiertas, que sería constante en los próximos años por las humedades y el agua que no cesa de penetrar. En un principio serían para funcionarios y maestros nacionales, pero en 1965 se acuerda que en ellas se acojan a las familias desahuciadas por las expropiaciones del polígono de Elviña. Actualmente el grupo cuenta con 32 placas solares sobre su estructura y carece de tejado, así como de calderas suficientes, para tener agua caliente continua. La existente o existentes fallan en numerosas ocasiones. La última reparación efectuada en las viviendas, los vecinos la consideran un forrado y el arreglo de las cubiertas, fue hecha por tres empresas diferentes. A día de hoy siguen teniendo humedades en el interior de las casas. El problema tiene su origen en el terreno que es rico en manantiales y por debajo de las casas pasan algunos de los mismos. Unión Coruñesa mostró interés por este tema con suma preocupación en numerosas ocasiones y, según Carlos Marcos, “se precisa actuar con firmeza y resolución, no solo en este sino en todos los de propiedad municipal para acabar con las quejas vecinales”.

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