EL MENSAJE DE UN REY NUEVO

Felipe VI protagonizó esta Nochebuena su primer mensaje de Navidad desde su proclamación. Fue un discurso sencillo, donde la puesta en escena dijo mucho de lo que va a ser su reinado. Un tiempo nuevo, donde una institución tan tradicional como la monarquía parlamentaria se acompase a las demandas ciudadanas del siglo XXI. Un tiempo nuevo para una institución renovada que trabaja para recuperar el prestigio social y el reconocimiento mermado por los últimos acontecimientos.
En su mensaje, el nuevo monarca abordó la problemática de la corrupción, con valentía y honestidad, sin importar las interpretaciones que algunos quieran hacer, consciente de la responsabilidad que asume como jefe de la familia real. Frente a la corrupción y los corruptos mano dura, para cortarla de raíz, sin contemplaciones, defendiendo en todo momento el papel del representante público.
En su intervención, el rey valoró el crecimiento económico y la recuperación de empleo que está experimentando el país, recordando que esa recuperación en el plano macro está llegando lentamente a la economía de las familias, donde todavía pesan como una losa tasas inadmisibles de desempleo.  
Sin embargo, el nuevo rey dibujó un horizonte de futuro ilusionante para el país, reivindicando una sociedad abierta y plural, en una democracia madura y consolidada, llamando la atención sobre aquellos que buscan desestabilizar desde la confrontación y la división.
El rey mostró sensibilidad y conocimiento pleno de las principales preocupaciones ciudadanas; la lucha contra la crisis económica y contra el desempleo, que empeña a todos los gobiernos y a todos los partidos, el blindaje del Estado del Bienestar, que está permitiendo a muchas personas y a muchas familias resistir los embates de esta dura crisis, y la cuestión territorial, reivindicando la vigencia de nuestra Constitución, que garantiza la igualdad de derechos de todos los españoles, la unidad territorial de España desde una perspectiva de diversidad y pluralidad cultural y política, que garantice la autonomía y el autogobierno, la pacífica convivencia y la concordia de un país plural y diverso que se llama España.

EL MENSAJE DE UN REY NUEVO

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