FEIJÓO tiene mañas de torero. Menuda sucesión de largas cambiadas protagonizó durante los días en los que se hablaba de que se iría a Madrid como sucesor de Rajoy. La oposición se puso loca e intentó empitonarlo por todas partes. Incluso el exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares llegó a pedir que se convocasen elecciones autonómicas. ¡Qué poco amor debe de tenerle a su escaño en el Parlamento! Ahora que ha dejado pasar el tren sin subirse a él, estamos en la misma; la oposición insiste en mallar no presidente da Xunta. Menos mal que el premier es discreto y no le da por soltar unas gargalladas en el Parlamento, pero casi, casi debería hacerlo. Eso sí, hierático, ha contestado con un golpe demoledor: “Continuaré como mínimo hasta 2020”. O sea, ha abierto de par en par la puerta para recuncar en las siguientes autonómicas.