Por un trabajo decente

creo que es la primera vez desde que se celebran manifestaciones el día primero de mayo, no autorizadas y autorizadas, que los trabajadores no van a salir a la calle a reivindicar sus derechos. El Covid 19 no permite que se vuelvan a conwcentrar grandes cantidades de personas como ocurrió el día 8 de marzo con la manifestación feminista, ante el gran riesgo de que aumenten los contagios por culpa de la pandemia del coronavirus.
Aunque los trabajadores no van salir a la calle se van a intensificar los mensajes, sobre todo por las redes, de centrales y sindicatos demandando soluciones para hacer frente al gravísimo problema laboral que alerta que va a ocasionar una tasa, se dice, superior al 20 por ciento de las personas que tendrán que vivir del subsidio del paro. 
En mi comentario de hoy quiero hacer referencia a los postulados y denuncias que han puesto sobre la mesa diversos colectivos que lo están dando todo por los más vulnerables de la sociedad. Y en concreto me refiero al colectivo Iglesia por el Trabajo que en su entorno agrupa representantes de distintas  instituciones que trabajan en el campo social. De forma conjunta han sacado a la luz pública un manifiesto donde reclaman con urgencia la aprobación de un ingreso mínimo garantizado, el reconocimiento del derecho a la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización extraordinaria e inmediata de los trabajadores sin papeles y un pacto de Estado que apueste por la centralidad de la persona y el trabajo decente. Y quiero resaltar uno de los párrafos tremendamente significado del documento: “el trabajo es para la vida, que debe garantizarse unas condiciones laborales que protejan la integridad física y psíquica de la persona, y que favorezca su protección social, esenciales para una vida digna”. 
En esta jornada reivindicativa de los trabajadores debemos hacer hincapié en los empleos más precarizados que en la mayoría de los casos siguen ejerciendo sus funciones en condiciones precarias y sin la protección adecuada. Se trata de unos sectores laborales esenciales para la sostenibilidad de la vida, para garantizar el bienestar de todas las personas y que no nos falten alimentos y cuidados durante el periodo de cuarentena.
Todos ellos precisan que desde los estamentos públicos se les tenga en cuenta para que puedan disponer de un Trabajo Decente. Para mi esa es la auténtica reivindicación para el día 1 de mayo.

Por un trabajo decente

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