CAUTIVAR AL AHORRO GALLEGO

Un mes antes del final de la privatización de Novagalicia Banco estuvo por aquí el presidente de la patronal y habló alto y claro, sin los complejos que padecen muchos prohombres de la sociedad gallega. En lenguaje “políticamente correcto”, Rosell advirtió que la concentración -en manos de cualquiera de los tres bancos nacionales que optaban a la compra de Novagalicia- “provocará más dificultades a las empresas” y por ello abogó por “mantener un sistema financiero arraigado en la comunidad que dé un servicio próximo a empresarios y familias”.
Después, “pasó lo que pasó”. Banesco adquirió la joya de la corona financiera gallega ganando la partida a los tres bancos españoles que querían hacerse con cerca de la mitad del ahorro galaico –además del patrimonio acumulado- a precio de saldo, pero cometieron el error de menospreciar la presión política y social que se ejerció desde esta tierra.
Por eso, Galicia comienza el año contando con un banco con marca propia, evita la exclusión financiera y, lo que es más importante, el ahorro gallego depositado en Novagalicia no se lo llevan para financiar intereses en Madrid o Barcelona -como ocurre con los ahorros del Pastor o del Gallego-, sino que permanece aquí para apoyar proyectos de inversión viables.
Se cerró así un capítulo, pero ahora está todo por hacer y Novagalicia tiene ante sí, entre otros, dos retos importantes. El primero es cautivar a los ahorradores gallegos demostrándoles que sabe prestar buenos servicios bancarios y que sus depósitos sirven para dar crédito a las empresas, a los profesionales y autónomos y a las familias, que conforman el núcleo de la actividad económica del país. Es lo que Rosell entiende como banca de proximidad.    
El segundo reto de Novagalicia es hacer frente a las “maledicencias” de la competencia. Sobre todo de los tres bancos que no asimilaron su derrota en la subasta y van a hacer todo lo posible -lo están haciendo ya- para atemorizar a la clientela con infundios mediáticos tales como el riesgo país de Banesco poniendo en duda su capacidad para esta operación, o “utilizando” los informes de la agencias de calificación, como el de Standard&Poors que rechaza, sin datos consistentes, la compra efectuada por el grupo venezolano.
Si Novagalicia supera estos envites puede consolidarse como el primer banco de Galicia, lo que sería un buen regalo de reyes para la entidad y también para esta tierra.

CAUTIVAR AL AHORRO GALLEGO

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