Internet manda a todos los niveles y solo así se entiende que un error sin importancia se haya convertido en el momento más relevante de las celebraciones del pasado viernes. Pedro Sánchez y su mujer, novatos en esto del protocolo de la Casa Real, se pusieron junto a los reyes con la clara intención de presidir el besamanos. Un ujier los sacó de su error y ambos, con cara de pocos amigos, asumieron que por mucho que uno sea el presidente del país y la otra aspire a ser la primera dama, su papel en ese acto era secundario. Y, sin embargo, esos segundos de vídeo han sido los más buscados, los más retuiteados y los más compartidos en las redes. Tal vez todo se deba al gesto de ambos, en el momento de ser expulsados de su posición de privilegio junto a los monarcas, si se lo hubieran tomado a broma, asumiendo lo que fue, un simple error sin importancia, no habría pasado de ahí. El problema es que pareció que ambos se lo tomaron como un agravio.