Una huelga que sale muy cara

LA huelga de los estibadores se puede evaluar de al menos dos modos. De un lado estaría el de participación, que a tenor de los datos ofrecidos, está siendo un éxito para las entidades convocantes. Del otro, está el económico, y ahí, está siendo un auténtico desastre para todos. De hecho, a estas alturas, se estima que los tres días de movilización ya le han costado al país más de 36 millones de euros y la cifra amenaza con seguir creciendo. Y, para más inri, ahí está el anuncio de la naviera Maersk, una de las principales, que trasladará las operaciones que realizaba en España a Tánger. FOTO: Instalaciones portuarias | efe

Una huelga que sale muy cara

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