El eco

Los chistes sobre el eco son abundantes y arrancan unas risas. En el caso de las declaraciones de Rajoy, su eco –aquí y fuera– no hace gracia, enerva al personal y deja por los suelos la marca España”. Por ejemplo, cuando dice no conocer lo que pasaba en Génova, las cuentas, los líos ante los juzgados, el caso Bárcenas, los paseos de los suyos ante los juzgados, las denuncias en los medios, etc., no lo puede creer nadie. O es peor y nos está gobernante un incompetente.
Cuando dice que no se ocupaba, no sabe, de las cuentas nos engaña. Los estatutos del PP señalan que “el comité ejecutivo nacional aprueba todas las acciones conducentes a la obtencion de ingresos del partido para aprobar el capítulo de gastos de las campañas electorales”. Este artículo de los Estatutos desmonta la declaración del testigo Rajoy cuando dijo que no tenía conocimiento de los gastos electorales, pues los organizaba y asistía a todas las Juntas. También negó conocer cómo se pagaron las obras de Génova ¡ y hay ya pruebas de que el dinero procedía de la caja B.
Otra de las declaraciones del testigo Rajoy explicando que él dio orden –a Esperanza Aguirre y a las delegaciones del partido en todo el país– de que no se contratasen los servicios de Correa, no se sostienen al no aparecer documento alguno de la supuesta orden. Según un funcionario del partido, “si existió, ya no está”. Se pierden documentos, se rompen a martillazos los ordenadores, etc., etc. ¿Quién le puede creer?
Estas afirmaciones del presidente Rajoy son tan increíbles como sus declaraciones sobre  el supuesto milagro económico, el “España va bien”, a los que el eco –de analistas políticos, corresponsales extranjeros, ciudadanos que lo padecen– desmienten con cifras: cada día más de cien dependientes, que ya tienen reconocidos sus derechos, mueren sin recibir asistencia. Hay trescientos veinte mil sin recibir ayuda alguna. Según estas cifras –oficiales– harán falta 37 años para la plena atención de este colectivo al que el gobierno marianista engañó una y mil veces.
Los salarios siguen figurando entre los más bajos de Europa, mientras crecen los beneficios de las grandes empresas y la banca (aunque Rajoy prometió lo contrario) costó millones. Se está produciendo lo mismo que en 2008 con dos millones de empleos menos. La remuneración de los asalariados ha caído cuatro puntos desde 2008. A cada declaración de Rajoy el eco contesta ¡mentira!

El eco

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