Ni siquiera la pedrea

Ayer fue ese día del año en que todos nos volvemos millonarios… en salud. Salud aparte, que es obvio que es lo primero, a los agraciados  en la Lotería de Navidad, mi más sincera enhorabuena. Si no lo son, ¿Qué les parecería 15 millones de euros para invertir en mejoras? El próximo miércoles 26 los coruñeses perderemos la oportunidad de ganar, si no el gordo, sí al menos una jugosa pedrea. En 2017 el presupuesto municipal dejó un superávit de 15 millones de euros, y la ley nos permitiría invertirlos en tapar esos “famosos agujeros”. Podríamos mejorar vías y calzadas, dar forma a un nuevo centro cívico en alguno de los muchos barrios de nuevo cuño que no tuvieron la suerte de comenzar su andadura durante los gobiernos del PSOE, pionero y adalid en esto que llaman “dotaciones para los barrios”. Podríamos dar respuesta a las necesidades de centros escolares, como el de Curros Enríquez, que necesita urgentemente un nuevo comedor. Podríamos mejorar las instalaciones deportivas municipales, tan necesitadas de una puesta a punto. Podríamos hacer muchas cosas que mejorarían, sin duda, la fotografía de A Coruña que, túnel aparte, sigue siendo la misma que en el año 2011. Sin embargo,  no podrá ser. No podrá ser porque el gobierno de Marea Atlántica no ha sido capaz de cumplir con el único requisito que la ley exige: cumplir con el periodo medio de pago a proveedores. Así que esos 15 millones, salidos de los bolsillos de todos los coruñeses, irán destinados a amortizar deuda. Y no me malinterpreten, amortizar deuda es algo bueno, pero solo si se planifica y no se hace en detrimento de otras cuestiones que son prioritarias. Y sobre todo teniendo en cuenta que la deuda del ayuntamiento coruñés hasta, estaba por debajo de los 60 millones de euros, una cantidad estratosférica para todos nosotros, pero, créanme, bastante baja tratándose de los presupuestos de un ayuntamiento de casi 300.000 habitantes. Que esos 15 millones se destinen a amortizar deuda en lugar de a realizar inversiones que podrían ser muy positivas de A Coruña es una mala noticia más allá de la sencilla pérdida de los proyectos. Es una mala noticia, sobre todo, porque significa al margen de las ideas (que no digo que no las tenga Marea Atántica), gestionar es solventar, planificar, poner los programas electorales en marcha, cumplir plazos, equivocarse, reconocerlo y enmendarse. Esta vez llegamos tarde.

Ni siquiera la pedrea

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