Las conclusiones que se extraen de la Memoria Anual de la Fiscalía de Galicia son inquietantes, ya que reflejan una evolución de la criminalidad que nadie puede desear y que obligan a una reflexión general. Es imprescindible preguntarse por qué crecen los delitos violentos y graves o cómo es posible que más de la mitad de las infracciones penales cometidas por menores de edad hayan tenido por escenario la provincia de A Coruña. La relación de cuestiones pendientes se podría prolongar hasta el infinito, pero más importante que plantearlas es encontrar la respuesta a todas ellas.