Una historia de falta de humanidad

Más allá del famoso juramento hipocrático, que en un centro de salud se le niegue la asistencia a una persona con síntomas de estar sufriendo un infarto es de una absoluta falta de humanidad. Y más aún, si el motivo es que le corresponde el de otra localidad. Una que está a cuarenta kilómetros, en este caso. El de un madrileño al que se negaron a atender cuando llegó con dolor de pecho y en los brazos, mareo y visión borrosa. Lo despacharon con un vaya al centro de donde vive. Nunca llegó. Falleció a los quince minutos. Ignoro cómo los dos sanitarios responsables pueden dormir. FOTO: un centro de salud | ep

Una historia de falta de humanidad

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