PLUSVALÍAS

Ya se intuye que el presidente de Novagalicia –señor Castellano–espera que los fondos de inversión inviertan en la entidad entre 500 millones de euros –el 20% de su capital- a 1.000 millones.

Los accionistas que adquieran capital de Novagalicia deberán recompensar al FROB con unos intereses del 12,5% anual. Ya ocurrió con el 2,77% que adquirieron empresarios gallegos al FROB en diciembre. El Estado se embolsó unas plusvalías de 1,3 millones. De esta forma, si los fondos de internacionales invierten 1.000 millones, estarían comprando a un nominal de 880 millones, y el resto, 120 millones serían las plusvalías que se llevaría el FROB si la operación se realiza en septiembre (un año después de su intervención).

Castellano considera que la operación es más barata para el Estado que subastar la entidad, entre otras razones por el abono de esos intereses. Novagalicia tuvo que entregar el 31 de marzo su plan de saneamiento sobre sus activos inmobiliarios por 2.340 millones. Este plan se une a su recapitalización.

El Banco de España tiene hasta el 21 de abril para dar su aprobación. Si no acepta el proyecto de Castellano será subastada, pero ahora parece que hay poco interés por esta entidad una vez que La Caixa ha absorbido Banca Cívica y BBVA ha comprado Unnim Santander parece más dispuesta a pujar por Catalunya Caixa. Así pues, una incógnita por despejar es qué pasará con Novagalicia, participada al 93% por el FROB.

El plan A es sanearla todo lo posible y encontrar inversores, una tarea nada fácil como se ha visto en el caso de la caja gallega. La gente no está para aventuras porque la regulación les está apretando. Muchas entidades van a necesitar los beneficios del primer semestre para cumplir con los requerimientos de capital, así que no se puede descartar que Novagalicia acabe siendo troceada.

Todo es difuso pero hay un punto en el que analistas y economistas están de acuerdo: la banca internacional no piensa aprovechar la oportunidad que se le ofrece de entrar en nuestro mercado. La fórmula del “banco malo” ha quedado enterrada. Por otra parte, las fusiones son necesarias, pero no ayudarán a desatascar las tuberías del crédito bancario. Y, como dice el castizo, no hay más cera que la que arde.

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