El esoterismo patrio empezó a desplomarse cuando Aramís Fuster confesó que ni era bruja ni predecía el futuro. A la bruja Lola se le perdió la pista. Adelina, la meiga gallega que purificaba el espíritu da Pujol, está desaparecida desde que pasó lo que pasó en Cataluña. Rappel y Octavio Aceves se van haciendo mayores... Millones de españoles se sienten desamparados. Esperanza Gracia, bruja televisiva, era casi su única salvación, pero el domingo se le escapó en Twitter una foto votando, acompañada del hashtag “#MásPPMásEspaña” y la han condenado a la hoguera. Si hubiera leído la bola de cristal, cuánto ridículo hubiese evitado a Casado.