Delso tampoco triunfa como azafata

LA psicomotriz Claudia Delso es miembro destacado del pelotón de los torpes de la Marea, nasía pa’ganá, –tan solo un concejal está fuera de esa categoría–, pero nunca se le podrá agradecer suficientemente su disparate de redistribuir A Coruña en 305 barrios –que incluyen zonas asimétricas, postfuncionales, calcificadas...–, ya que así frustró el principal anhelo vital de Iago Martínez, el Rasputín de Teis: desordenar el movimiento vecinal. Sin embargo, ese acierto no compensa la cadena de desaguisados que orla su labor en María Pita y en la que ocupan un lugar destacadísimo los procesos participativos, con el Dillo ti a la cabeza. A la vista de tanto fracaso quiso remasterizar el espectáculo y montó una versión libre en el mercado de Santa Lucía, donde Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, dio un ultimátum a la Xunta: o acepta en un mes su plan o hará allí lo que a él le dé la gana. Menudas risas se echaron en San Caetano al concoer la amenaza. Aunque no fueron nada en comparación con las carcajadas de los asistentes viendo a Delso oficiar de azafata, pues su papel se limitó a llevar el micrófono de un lado a otro para que los vecinos de A Falperra pudiesen formular sus preguntas, todas ellas un martirio para el alcalde. Tampoco lo de azafata va ser lo suyo. FOTO: el alcalde, durante la versión libre del dillo ti | patricia g. fraga

Delso tampoco triunfa como azafata

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