Un virus recorre Europa

Quién maneja el timón de la discutida Unión Europea? ¿Unos burócratas que a veces se reconocen por vestir de negro? ¿Los políticos que tienen negros a más de la mitad de sus conciudadanos? No. Los poderes fácticos que mandan sobre los hombres de negro, los políticos que nos tienen negros a todos los que las pasamos moradas. Se trata de un virus promovido por la codicia y que puede ser más peligroso que la peste. Te
Países Bajos, que ya se hicieron famosos como piratas pone objeciones a las ayudas a la pandemia a los países de Europa pero se aprovecha de la UE como paraíso fiscal que supone la pérdida de más de nueve mil millones al resto de los países de la Unión.
Jo, hay que tener cara, no? De acuerdo pero luego te dicen que la vergüenza de Europa es que entre Reino Unido, Luxemburgo y Suiza. Aunque esta no pertenece a la UE, la evasión fiscal supone como poco veintisiete mil millones. 
Y si quieres tomar aliento para que hablemos de España anota: la evasión fiscal sumada a las amnistías, una buena parte de los que figuran en el IBEX, hasta los falsos autónomos, supondría el dinero suficiente para pagar la sanidad pública. 
Y si quiere usted llegar al meollo de un repaso a Internet para enterarse que bancos, eléctricas, clínicas privadas, fondos buitres son los que están financiando a conocidos medios de difusión y a extensiones de grupos políticos. Los conocidos como think tank –de procedencia yanqui que aquí está representado por FAES y que son laboratorios de ideas, reflexiones de partidos, lobbies, grupos de presión que buscan fórmulas para ganarse a la opinión pública y, naturalmente, ganar ellos poder, influencia y dinero. Ese es el virus que recorre a una atemorizada Europa que ya padece la enfermedad del miedo que nos anuncia una pobreza lacerante. 
El “esto volverá”, que nos repiten desde el ejército hasta los virólogos, tiene que tener una respuesta en la sociedad. Hace unos días en París los ciudadanos salieron a la calle para pedir soluciones ahora y, sobre todo, para el futuro. Hay que estar alerta para al final de tanto sufrimiento no empeoremos la vida de los que supervivan a esta locura. 
A esta peste, a la que acompaña el desastre social y económico, deja pendiente una factura que el gobierno intenta con medidas dignas del apoyo ciudadano paliar sus consecuencias más visibles y las urgencias que ello comporta. Son medidas costosas que necesitan la solidaridad de los que más tienen.Un virus 
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Un virus recorre Europa

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