CRIATURAS

En el Rosalía, ciclo principal que con tanto éxito organiza el municipio coruñés, la compañía Teatro do Aquí ofreció dos brillantes representaciones –telón alzado, escenografía escurrida a base de cinco asientos y árbol en primer plano blancos, complementada con proyecciones definidoras de los lugares que engarzan el espectáculo– de “Criaturas”, deliciosa e interesante obra de Roberto Vidal Bolaño. Dinámica dirección de Evaristo Calvo. Acordes el vestuario, iluminación y música para un menú inspirado en técnica y secuencias cinematográficas a que tan inclinado era el autor.
La careta del monstruo Frankenstein sirve como programa de mano para introducirnos en los repliegues y alucinaciones del alma humana. Situaciones revestidas de ironía que conmueven y empujan a la reflexión. Hasta bucear en las lucubraciones del cerebro. Aquel lugar inhóspito que Segismundo Freud denominó inconsciente, guardado y contenido por la censura de usos y costumbres sociales… Son personajes que caminan al lado. Que nos dan los buenos días en el ascensor. Aprovechan el sol en los paseos. Que utilizan nuestros pasos de cebra, acuden a una oficina, teatro, cine, concierto o acontecimientos deportivos. Es el prójimo. Los desconocidos identificados por mil detalles. Naturalidad realista que excede del escenario y se aloja en nuestros bolsillos como castañas asadas para combatir el frío. Un viaje grotesco, burlón y poético para desembocar en el sarcasmo apopléjico.
El cuadro de actores, primera división. Alcanzan comunicativos cauces de acierto y erudición. Una Belén Constela que encarna personajes variados sin desmerecer en ninguno. Cordialísimo Vicente de Souza irradiando empatía personal. Bien Marcos Orsi dueño de problemas y sus soluciones y extraordinario Xoán Carlos Mejuto, figura ideal que cualquiera elegiría en el más dificultoso casting.

CRIATURAS

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