Actitudes muy poco modernas

Las universidades siempre fueron templos del saber pero, en plena aldea global, parece que sus cerebros se han quedado un tanto artríticos, enclavados en hace un siglo, cuando la libreta y el bolígrafo eran al estudiante lo que la tiza y la pizarra al profesor. Ninguna de las plataformas digitales de las tres universidades gallegas ha superado la prueba del algodón a la que los estudiantes las sometieron. Fue suficiente que los alumnos decidieran conectarse a la misma hora y los sistemas se vinieron abajo con la misma facilidad que un castillo de naipes ante un huracán. En Vigo y en A Coruña se lo tomaron con cierta calma y prometieron que intentarán mejorar. En Santiago, sin embargo, la actitud de los alumnos disgustó al rectorado, que amenazó a los alumnos y a dos de ellos los sancionó. Parece que no son solo las capacidades digitales lo que se ha quedado anclado en el siglo pasado, al menos en la USC.

Actitudes muy poco modernas

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