Con Dios a vueltas

El Rosalía mantiene ritmo de asistencia pública a su ciclo principal. En esta ocasión del brazo de la Fundación Unir, de La Rioja, que ofreció dos funciones de “La sesión final de Freud”, de Mark St. Germain. Obra correctamente dirigida por Tamzim Townsend sobre un texto traducido por Ignacio García May. El nudo de la acción cuenta la entrevista mantenida por el famoso médico austríaco con C.S. Lewis, catedrático de Oxford, en Londres el 3 de septiembre de 1939, día que Inglaterra abrió hostilidades con el régimen nazista de Adolfo Hitler. A manera de diálogo platónico –pero sin su grandeza– ambos intelectuales charlan sobre arte, música, tolerancia, democracia, persecución judía, amor y catolicismo. Buena ficha técnica. Escenografía que reproduce el despacho vienés del autor del psicoanálisis, su colección de obras de arte, un telón transparente define habitaciones interiores y teléfono incorporado. Vestuario acorde con la moda de entonces. Correctos efectos especiales –noticias radiofónicas, alarmas aéreas, explosiones–, iluminación y prótesis dental de un hombre castigado por un cáncer de boca a los 83 años.
Pese al sugestivo menú brindado y las excelentes críticas de grandes rotativos norteamericanos, para nosotros la situación es cojitranca. Demasiados argumentos tópicos. Muchas citas bíblicas y dogmas. Teólogos y autores. Se discuten –pese a rasgos de humor que se agradecen– conceptos morales y abstractos sobre el bien y el mal, Dios y Satanás, dialéctica sobre las creencias, que en última instancia siempre es y será problema personal. Si quieren nos pareció más una pelea de sacristía entre un párroco y su feligrés que el enfrentamiento de dos cerebros privilegiados... Helio Pedregal encarna un viejo doctor consumido por la decrepitud y la enfermedad. Lo hace con buenas tablas, gestos, movimientos y achaques terminales cuando sólo faltan veinte días para que el telón del suicidio apague su existencia. Le da réplica –apasionado, apologético y ultra católico– el impecable y preciso actor, Eleazar Ortiz.

Con Dios a vueltas

Te puede interesar