Un dulce como una auténtica catedral

La vida de José Manuel de la Iglesia es dulce; al menos, la profesional, ya que se dedica a la repostería. Sobre la particular no hay datos, pero tampoco hay que pensar que sea ácida, amarga o incluso picante. De la Iglesia se lo ha currado en su pastelería de O Carballiño y con 380 kilos de azúcar ha elaborado una reproducción a escala de la catedral de Santiago. Anda que si dejó en el interior uno de esos libros microscópicos que hacen los chinos como si fuese el códice Calixtino... Puede haber lío, y de los gordos, si una pareja de novios salta de una tarta nupcial y lo roba y lo esconde en un huevo Kinder.

Un dulce como una auténtica catedral

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