La búsqueda del patinete

Sus compañeros de la Marea, nasía pa’ganá, lo alcumaron “Recordman” al haber conseguido un hito inusitado, que el aparcamiento disuasorio de Lonzas permaneciese vacío más de tres años después. A Daniel Díaz Grandío debió de gustarle, pues jamás renunció a luchar por nuevos retos. Como concejal de Movilidad Sostenible –parece una broma que los mareantes tuviesen el valor de mantener un departamento con semejante denominación– el transporte público se encontraba entre sus atribuciones, pero no tomó una sola decisión para mejorarlo. Y así con todas sus competencias. Pero su incapacidad como gestor no impide que sea un buen padre de familia, que se ha embarcado en la búsqueda del patinete de su hija mayor, a quien se le olvidó en el parque de Eirís. Si fuese una bicicleta aún se podría sospechar de Xiao Varela, responsable que fue de la Concejalía de Paseo de Bicicletas –caminaba por la calle con una como quien lleva al perro a hacer sus necesidades, pero jamás se le vio pedaleando–, pero siendo un patinete habrá que indagar por otro lado.