Una visita que es pura tentación

Martín Lasarte vino de Uruguay con un machete del que se enamoraron los Blues y al que le dedicaron uno de sus primeros hits. Cuando se fue lo dejó arrumbado en el vestuario. Otros jugadores lo blandieron sobre el campo, pero ninguno con sus dotes de espadachín. Ahora se dedica a entrenar, pero como aplica la lógica al trabajo lo han despedido. Hizo campeón de Egipto al Al-Ahly y lo echaron cuando afirmó que fichar extranjeros solo tenía sentido si servían para mejorar el equipo. Como un parado más acudirá el sábado al Depor-Albacete... no estaría mal ofrecerle un contrato, porque sabiendo lo inestable que es el banquillo de Riazor...

Una visita que es pura tentación

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