ACoruña, como Galicia, sufre una grave sangría demográfica. Hay más muertes que nacimientos y eso hace que la población envejezca. Sin embargo, hasta ahora, esta preocupante realidad se veía paliada en parte gracias a la llegada de inmigrantes. Pero esta situación se está invirtiendo debido a la crisis y el número de extranjeros que llega a la ciudad se ha estancado en el pasado año y, en opinión de las ONG, en los venideros comenzará a descender el número de residentes no nacionales. La solución no es fácil. España ya no es la tierra de oportunidades que fue en su momento y ha dejado de ser un lugar atractivo para los extranjeros. Eso sí, de los que aquí quedan ganan por mayoría los sudamericanos, seguidos muy de cerca por los europeos.