Hasta siempre, querido Ángel

Ha fallecido un hombre esencialmente bueno. Ha muerto en su ciudad natal el excepcional periodista coruñés Ángel Padín Panizo. Murió como a él le gustó vivir: con las botas puestas, trabajando por y para su Coruña querida, practicando el oficio que tanto amó, laborando como periodista, pues el último acto en el que intervino fue el curso de la UIMP, sobre el pintor Picasso, acerca de cuya temática, vida y obra, Ángel Padín era un auténtico erudito y sin duda el gallego que más sabía sobre el malagueño universal.
Ángel lo fue todo  en el mundo del periodismo. Hasta el fin de sus días rindió tributo y servicios a la profesión que tanto amó: era periodista vocacional, trabajador incansable, hombre de consumados dotes en el mundo de la información y un organizador nato en el universo de la prensa. Esposo fiel y padre amantísimo, estuvo casado con la también periodista gallega Olga Cristina Viaño y juntos criaron a siete hijos. Además, en el mundo del atletismo, Ángel fue consumado velocista y campeón en varias especialidades. Este doctor  en periodismo, rindió impagables servicios en “La Voz de Galicia”, “ABC”, “Norte Express” , “Hoja de Lunes” y en nuestro entrañable El Ideal Gallego, que dirigió entre 1985 y 1988.
También fue jefe del gabinete de prensa de la Universidad de La Coruña, académico de Bellas Artes de la de Nuestra Señora del Rosario, colaborador del José Cornide y presidente de la Asociación Cultural Pablo Ruiz Picasso. Fue el “alma mater” de la Casa-Museo Picasso de La Coruña. Presidió la Asociación de la Prensa de La Coruña y logró para ella su actual local social tras una brillante gestión con Paco Vázquez. Polígrafo de excepción, Ángel es autor de varios libros, Por ejemplo, “Crunia, puerto de peregrinaciones”, “La Coruña a través de sus barrios y sus calles”, “Historia del Obelisco coruñés” y así hasta una decena, amén de infinidad de catálogos de pintores.
Hoy será enterrado en Feáns y en los Jesuitas rezaremos por su alma. La Coruña ha perdido a un ciudadano ejemplar, un periodista de excepción y un hombre de una bondad infinita. Descansa en paz, compañero del alma.

Hasta siempre, querido Ángel

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