¿PODEMOS?

Se pretende por algunos considerar que Podemoses un problema. Pero Podemos, en realidad, es más la consecuencia del verdadero problema, que no es otro que la corrupción política y funcionarial de este país. Cuanto más aumenta el hartazgo ciudadano, en la misma medida se incrementan las posibilidades de esta formación. Se equivocan los dirigentes del PP y del PSOE con la táctica del “y tú más”.
La corrupción sólo se combate con la promulgación de nuevas leyes y la asignación de más medios personales, materiales y tecnológicos para jueces, fiscales y fuerzas de seguridad. Lo demás ya no es creíble. Mientras tanto, el Che Iglesias se frota las manos, pues es sabedor de que cada vez que un juez inicia una investigación, se produce un terremoto a su favor. Sus votantes ya no provienen exclusivamente de la izquierda social. Su estrategia es muy clara; espera que la manzana se pudra del todo para asaltar el poder en las elecciones generales.
Y será en ese momento cuando Podemos se convierta en un verdadero problema nacional. Se trata de un grupo de hábiles comunicadores sin un discurso serio que se limitan a criticar lo obvio. No arriesgan nada porque no tienen ataduras ni experiencias en gobiernos de las administraciones menores. No tienen cuadros para gobernar una nación. La mayoría de sus propuestas son disparatadas e irrealizables. Por esa razón, no se van a presentar a las municipales. Sería tanto como quitarse su careta, pues la ciudadanía empezaría a conocer a los “pablitos” de cada localidad.
En la inmediatez está su punto débil. El caudillo esconde a su infantería. Con todo, la sartén la sigue teniendo el Gobierno. La gente normal pide un endurecimiento del Código Penal y la redacción de tipos penales especiales que regulen las conductas ligadas a los delitos “de cuello blanco”; la supresión de aforamientos; la reducción de administraciones por vía de las fusiones municipales y la unificación de determinadas competencias a favor del Estado, que eliminarían el número de órganos de contratación y con ello la corrupción ligada a los mismos. En su mano está.