Un cambio a velocidad de récord del mundo

SI don Hilarión, personaje de “La verbena de la Paloma”, se dio cuenta a finales del siglo XIX que los tiempos cambiaban que era una barbaridad, el pobre se quedaría admirado de la velocidad a la que los hacen actualmente. Solo con que se fijase en la transformación que ha experimentado Abanca desde que Juan Carlos Escotet tomó el mando entraría en trance. La entidad acaba de aprobar el reparto entre los accionistas de 315 millones en dividendos. Hace unos años, es verdad que entonces no había accionistas y los rectores del banco eran otros, ese dinero se habría dedicado, por ejemplo, a jubilaciones, ¿o no?

Un cambio a velocidad de récord del mundo

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