Somos víctimas inocentes

Cómo es posible mantenerse callados ante tantas injusticias? ¿Cómo se puede consentir que millones de familias, de nuestro país, vivan situaciones de pobreza extrema, mientras unos pocos privilegiados se enriquecen a costa de ser los responsables de haber generado la situación de crisis actual, que padecemos?. Ya está bien…, basta ya de que las familias humildes tengamos que ser las víctimas inocentes de un sistema económico y social que favorece a los especuladores, defraudadores y corruptos sin escrúpulos para los que el fin justifica los medios.
Cualquier persona que piense un poco, solo un poco de manera objetiva, se dará cuenta sobre la necesidad de participar activamente en la vida pública para tratar de cambiar ciertas situaciones injustas. Es nuestra obligación, como ciudadanos responsables, hacer comprender, a los gobernantes, sobre la fragmentación social en la que vivimos y decirles que gracias a su  inoperancia las clases bajas aumentan, en beneficio exclusivo de unas pocas privilegiadas.
Cada vez se observa una resignación por parte de una ciudadanía cansada de soportar ataques infundadados de los poderes públicos, financieros y económicos de nuestro país que se atreven a criminalizar, a toda una población que sobrevive gracias a la solidaridad de sus convecinos.  Nunca, a lo largo de la historia, los ricos y poderosos se han preocupado en cambiar las cosas, entonces a que espera la mayoría silenciosa…, no hay nada que perder, todo lo contrario.