¿Quién soy yo?

¿Quién soy yo? Estamos conmemorando la pasión y muerte de Jesucristo en la Cruz y esta es una muy interesante pregunta para que reflexionemos un poco sobre nuestra realidad personal, profesional, familiar y social. Yo soy un verdugo, soy un traidor, soy un usurero, soy un hipócrita, soy un ignorante, soy un soberbio, soy un incrédulo, soy humilde, soy un fiel amigo. En realidad, ¿quién soy? Sin duda alguna no soy el más indicado para responder a la pregunta, pero lo que sé es que no me gustaría ser como Judas, el traidor.
La pasión de Cristo está de plena actualidad, dos mil años después de aquellos acontecimientos, desgraciadamente, se volverían a repetir las mismas injusticias. Un personaje histórico, como Jesucristo, volvería a ser sacrificado para preservar el orden establecido y los privilegios de los gobernantes y clases más adineradas frente a la mayoría de ciudadanos sometidos a un sistema económico y social que ni les permite mantener su propia dignidad, como personas.
Esta es la realidad que deseamos. Cerca de seis millones de desempleados, familias sin recursos y en plena situación de exclusión social, la pobreza energética, la humillante pobreza infantil, familias sin viviendas dignas, recortes en sanidad y educación para familias y ciudadanos sin recursos.