¿Tiene la Marea los días contados?

Es posible que la Marea con Xulio Ferreiro a la cabeza tenga los días contados al frente del Gobierno municipal; la razón, su empecinamiento en la falta de negociación de los presupuestos y la deslealtad de la propia Marea en su indefinición del tipo de ciudad y la votación en contra de los presupuestos a Lores en Pontevedra. Tanto el PSOE como el BNG no confían para nada en los pasos dados por los discípulos de Ferreiro, con este a la cabeza, y todo apunta que la moción de censura se pueda presentar más temprano que tarde, si Ferreiro no asume la realidad en que se encuentra, la de un gobierno en minoría, algo que nunca quiso asumir y menos reconocer. Grave error de situación política, porque además la Marea actúa como si su representación en el Ayuntamiento fuese permanente y no temporal como es, una circunstancia que debe tenerse en cuenta al negociar con la oposición.
No es posible a estas alturas tratar ningún pacto con el Bloque ni con los socialistas por el malestar que reina en ambas formaciones por la disfunción de la Marea, que ni ella misma sabe el rumbo que lleva, ni dónde está situada, es decir, que ha perdido el norte y va a la deriva. De modo que los nacionalistas presentarán sus propuestas mediante el trámite de enmienda a los presupuestos y los socialistas, con un claro apoyo a Ferreiro en el último año y medio, no están cómodos con la política inquisitorial de la formación y han invitado a Ferreiro a retirar su proyecto, al considerar que no es capaz de marcar la solución de la ciudad y a no aborda sus retos ni las necesidades para el desarrollo de A Coruña.
Por su parte, el PP, al impedir la formación de Ferreiro que gobernase, reforzó la posibilidad de promover una moción de censura conjuntamente con los socialistas y el Bloque, algo que comienza a madurarse y que empieza hablarse con insistencia en los corros de la oposición. De todos modos, la moción de censura tiene que salir de las filas socialistas, que apoyaron a pies juntillas la investidura y posteriormente el mantenimiento del alcalde, al igual que aconteció en Santiago y Ferrol, ciudades donde el malestar con la Marea es más patente debido a su bajo perfil político y la falta de acción e interés en la mejora de sus respectivas ciudades, en las cuales el inmovilismo se hace más patente.
Por tanto, el PSOE tiene la obligación de izar la bandera de la ruptura y plantear la formación de un nuevo gobierno municipal. Todo tiene su inicio y su fin y el ciclo de la Marea llegó al final de su recorrido. La formación ya no da más de sí, porque desde el comienzo la asignatura de dirigir el Gobierno municipal este le ha quedado muy grande y no ha sabido reaccionar a lo que los ciudadanos le exigieron en las urnas para afrontar su responsabilidad. ¿Están contados los días de la Marea? Lo veremos a muy corto plazo.

¿Tiene la Marea los días contados?

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