¡Menuda liada para la ministra de Trabajo!

EN buena hora se le ocurrió a Magdalena Valerio renunciar a su mullido escaño en el Congreso de los Diputados e incorporarse al Gobierno de Pedro “La sonrisa” Sánchez como ministra de Trabajo. Menuda pena daba verla ayer desolada después de que le hubiesen metido un gol por la escuadra. Así calificó la creación del sindicato de prostitutas, oficialmente denominado Organización de Trabajadoras Sexuales, Otras –por cierto, ¿por qué en este caso solo Otras y no Otras y Otros?–. Valerio juró y perjuró que ya ordenó a la Abogacía del Estado que inicie los trámites para anular la resolución que alumbró ese engendro. Ya se pueden dar prisa los letrados pues en solo unos días se puede llegar a una situación delirante: ¿Dónde estaría situada la sede del sindicato? ¿Cómo sería el mobiliario que utilizasen quienes allí trabajasen? ¿Y el destinado a quienes quisiesen hacer una consulta? Por no hablar de las horas sindicales ni, por supuesto, de quién tendría derecho a la condición de liberada sindical. Y anda que los asuntos fiscales... ¿habría que pagar IVA?, ¿la cuota de la Seguridad Social? Que se aceleren los abogados, porque si no en dos días se van a ver en otra igual con el sindicatos de proxenetas.

¡Menuda liada para la ministra de Trabajo!

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