El grinch Trump fracasó en su ataque a la inocencia

DONALD Trump es un salvaje, pero todavía piensa, con la entrepierna, eso sí, pero también de ahí salen las ideas de Nacho Vidal y el tío tiene su reputación. Pero el catalán es un profesional y el magnate –¡qué cuidado hay que tener para que no se bailen las letras y escribir mangante!–, es un amateur, de ahí quizá sus gatillazos cuando tiene que razonar con un poco de seriedad. Así le ha ocurrido durante una conversación con una niña de siete años con la que habló el día de Nochebuena. La pequeña telefoneó al Mando Estadounidense de Defensa Aeroespacial para saber dónde estaba Papá Noel, pero por un accidente desviaron la llamada a la Casa Blanca y el presidente le preguntó si aún creía en Santa Claus. La pequeña no entendió lo que le decía y su inocencia quedó a salvo. El grinch no triunfó. Jou, jou, jou. 

El grinch Trump fracasó en su ataque a la inocencia

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