Un poco de prudencia

La ministra de Economía en funciones dijo el jueves que la estimación de crecimiento de la economía para este año que había realizado es muy probable que se quede corta, que es “muy conservadora” y que no descartaba revisarla al alza a lo largo del año. Ya hace semanas que Nadia Calviño se está comportando de una forma que recuerda bastante a Pedro Solbes. Entonces, el Gobierno de Zapatero negaba los problemas de la economía española. Decían a los españoles que no había crisis y que estábamos en la Champions League. Después vinieron los lloros y el crujir de dientes.

Es cierto que la economía española está creciendo más que otras europeas. Tan cierto como que España entró más tarde en la recesión y costó más salir de ella. Ahora, la ministra en funciones debería ser más prudente y aprender de los errores del pasado, sobre todo, porque hay más que nubarrones en el horizonte cercano. España no es una isla, ni es diferente. Italia está en recesión y la posibilidad de que haya elecciones y gane el populista de ultraderecha Salvini puede ser una catástrofe. Y no es la única nube negra. 

El Brexit está sin resolver; Francia y Alemania están “cuasi” paradas, con el agravante de que en este último el desempleo ha aumentado como no lo hacía desde 2012 y ya el Bundesbank ha manifestado su preocupación por la marcha de la economía. Además, está la guerra comercial entre EEUU y China y los aranceles que ha anunciado Trump que quiere imponer a los productos de México.

Son demasiadas incertidumbres y graves como para que el Gobierno ande trasladando a los españoles un mensaje falaz. La economía española tiene un problema de déficit y de deuda y muchos españoles están empezando a vivir por encima de sus posibilidades, según ha explicado el Banco de España. Si además, finalmente, el gobierno de Sánchez se forma con el apoyo de Podemos, todos estos problemas se agravarán con más subidas de impuestos y del SMI y mayor gasto público.

Un poco de prudencia

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