LA CORUÑA, PARADA Y FONDA

No sólo nuestro Depor marcha con un cohete en el culo hacia primera división, sino que La Coruña encabeza por activa y por pasiva posición puntera como principal destino turístico de Galicia, aunque muchos medios oficiales pretendan tergiversar los datos… Es el realismo mágico de una ciudad que galopa sobre ideología llena de embrujo, solera y hechizo sobrepasando cualquier medida. También efluvio que impregna todos sus rincones con gotas de sal, iodo y brea al calafatear sus cuadernas de barco encantado adentrado en la niebla. Zarpazos grises, azules, rojos, amarillos que agarran el amanecer- sol incorporado sobre nuestra ría de plata- hasta que lo exprimen sangriento para decir adiós tras el monte de San Pedro.
Entonces brotan estrellas magentas con luna viajera que riela telegramas cordiales al mundo mundial y los párpados de esta hermosa dama se abren al ensueño de una ciudad soñada. Y el amor despierta, la amistad salta al encuentro y los sentidos valen como moneda de cambio para alcanzar felicidad. Es el Atlántico, bravucón y pendenciero, violando la sirena varada al pie de La Torre que conquistó a Breogán y su piedra del destino. Acaso afrodisíaco hervor juvenir que gime por la voluntad perdida ante el orgasmo incontrolable. Quizá la plenitud urbana conseguida desde un ágora orientada a la rosa de los vientos. Paz, emoción, sensibilidad, delicadeza… De ahí que quienes nos conocen jamás olvidan. Y vuelven y retornan a esta noria de recuerdos y vivencias que entre enero y febrero de 2014 sumó casi 45.000 viajeros. Un 13% más frente a los proclives datos de Santiago y Vigo cifrados en un 6% y un 13% menos, respectivamente. Aquella cursilada de Sepúlveda adquiere ahora fuerza redoblada: “Coruña, quisiera, poder ser como el mar que siempre baña tu tierra…”.