Que Francisco te ilumine, Pedro

Tras una semana agotadora –sobre todo para Pablo Casado, gran triunfador en la sempiterna lucha de gladiadores de la arena política nacional–, Pedro Sánchez se nos marcha a Roma para entrevistarse, con no poco ruido mediático, con el papa Francisco. Un encuentro desde luego infrecuente, en el que aseguran que Sánchez dedicará algún minuto de la hora que le concede el Sumo Pontífice para invitarle a visitar España. No ahora, naturalmente, que nuestro país está para pocas visitas, sean turísticas o pontificias, sino acaso a lo largo de un 2021 que, de todas maneras, tampoco es que se nos presente lleno de alegrías y certezas viajeras precisamente. El habitual hermetismo monclovita no ha querido revelar cuál es el motivo central de esta audiencia papal a un jefe de Gobierno que, como Sánchez, está atribulado por las presiones europeas, que le han obligado a sacar la pata que había metido en lo referente a la reforma del poder judicial, pero lo está mucho más aún por las medidas cada día más draconianas que habrá de adoptar para combatir el auge de los contagios en nuestro país. Unas medidas que inevitablemente empobrecen a buena parte de los ciudadanos y que, sin duda, tendrán repercusiones negativas en el apoyo de los electores a quien las impone, es decir, Pedro Sánchez.

“Claro, Casado no va a ser quien tenga que decretar el toque de queda o quizá un confinamiento generalizado a los españoles”. Así lo comentaba este viernes, amoscado, alguien muy próximo al Gobierno de coalición, tras reconocer que el discurso del líder del PP en la moción de censura de Vox no solo destrozó a Abascal, sino que también hizo mella en las filas gubernamentales, que saben que ahora tienen que mover ficha. Puede, en efecto, que, si ahora se hiciese una encuesta, el PP subiría bastante y el conjunto PSOE/UP descendería algo o quizá se estancaría; tal parece haber sido el impacto de la actuación parlamentaria del presidente ‘popular’. Veremos hasta dónde llegan las consecuencias de lo ocurrido esta semana.

Pues con esta incómoda sensación de que le ha salido, como un grano en salva sea la parte, una alternativa que mira hacia La Moncloa, acude Sánchez, superado el millón de contagiados en España, a consolidar la ‘photo opportunity’ con Bergoglio, que fotografiarse con el Papa siempre resulta mas estético que, digamos, hacerlo con Pablo Iglesias, por poner un ejemplo. Ciertamente, ni Sánchez, ni su socio en el Gobierno, ni nadie, puede vivir relajado en una nación que encabeza el ‘ranking’ europeo de contagios y quizá de mala gestión de la enfermedad.

Ignoro, y no soy quién para meterme en esas cosas, si Sánchez hallará confort espiritual en su encuentro con el obispo de Roma, que acaba de protagonizar todos los titulares del mundo con sus opiniones sobre el matrimonio homosexual. Pero sí é que, polémico como es sobre todo dentro de la propia Iglesia, Francisco es hombre sensato, cuyo consejo conviene seguir. Y ya se está viendo que es, además, valiente.

Una vez, hace ya más de dos años, conseguí llegar lo suficientemente cerca del Papa, durante una masiva audiencia el El Vaticano, como para gritarle, en medio del estupor de los que me acompañaban: “¡Santidad, un par!”. La mirada que me dirigió me mostró que el Pontífice argentino había entendido perfectamente mi mensaje, que era de admiración y para nada irrespetuoso. Mucho se fortalecerá esta mi opinión sobre Francisco si le echa eso, valor, y se atreve a iluminar a nuestro presidente con algún bienintencionado consejo, que nuestro Pedro Sánchez, creo, bien lo necesita.

Que Francisco te ilumine, Pedro

Te puede interesar