Cortinas de humo

Cuando a un partido político le agobian los problemas o un político teme por su futuro los expertos en comunicación le recomiendan que ponga en circulación una nueva historia. Un “storytelling”. Una propuesta de globo sonda o cortina de humo. En eso está la ministra de Igualdad Irene Montero, notable dirigente de Podemos partido cuyo líder, Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, tiene problemas con la justicia raíz de que un juez de Audiencia Nacional haya instado al Tribunal Supremo para que le investigue como presunto autor de varios delitos.

La señora Montero anuncia que quiere derogar la Ley Orgánica de Interrupción Voluntaria del Embarazo de 2015 suprimiendo para las menores de 16 y 17 años la obligatoriedad de contar con el consentimiento paterno si desean interrumpir la gestación. No hay clamor popular reclamando semejante derogación. 

El proceso de apego a la moqueta como expresión simbólica del poder ha sido tan acelerado entre los ejecutivos de Podemos que frente a cualquier hecho que intuyan que pude poner en peligro su privilegiado estatus actual reaccionan a la manera tradicional de los partidos que según ellos pertenecían a la “casta”. Niegan los hechos y cargan contra los tribunales.

Iglesias se cansó de repetir que el aforamiento era un privilegio de la casta que estaba vedado a los pobres, pero ante la posibilidad de ser juzgado por el Tribunal Supremos no ha dicho que renunciaba a semejante protección. Al contrario, en una declaración que destilaba aires venezolanos asegura que era “inconcebible” que el Supremo decidiera procesarle –añadiendo– que “No va a ocurrir”. En paralelo a la situación judicial del Iglesias, el magistrado que ha instruido el caso que le señala ,el juez Manuel García Castellón denuncia ante la policía las amenazas a través de las redes sociales y pide amparo al Consejo General del Poder Judicial al constatar que son los propios dirigentes de Podemos quienes intentan desacreditar su trabajo cuestionando su independencia como juez.

No es difícil avizorar que estamos ante una marea inducida. Podemos y sus terminales en las redes complementan una estrategia que pretende diluir la noticia de que un vicepresidente puede acabar ante el Supremo. En las redes, cobarde y anónimamente machacan al juez. Desde el Gobierno la ministra Irene Montero anuncia la derogación de la Ley del Aborto. Mejor dos que una sola cortina de humo. 

Cortinas de humo

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