Periodistas y Constitución

Políticos y periodistas en el año 1978 deambulábamos en los mismos parámetros de esperanza para las épocas nuevas de la Transición. Reconozco que fueron tiempos de desarrollo, de cogernos un tanto con el pie cambiado, de explorar nuevas formas de trabajar, de madurez, de crecer ante el mundo democrático, de elaborar los temas a gran ritmo y siempre en situaciones en las que imperó el consenso por parte de los que formábamos ese gran binomio: los representantes de la soberanía popular en las Cámaras y los periodistas. Nuestro trabajo en aquel tiempo fue informar, aunque primero tuvimos nosotros que informamos en las épocas nuevas en que vivimos.
Desde Galicia el seguimiento periodístico tuvo la misma intensidad que en la centralización madrileña. La mayoría de los canales informativos venían a través de los corresponsales propios, pocos en verdad, o las agencias informativas en las que como era lógico imperaba en su mandato Efe. Esto en lo que concierne a la prensa escrita. La auditiva, en la radio, nos surtíamos fundamentalmente con nuestros canales propios a través del teléfono… Y la televisión era un mundo aparte, puesto que solo había una cadena: TVE. 
El trabajo de los políticos fue desenmarañar el entramado institucional creado por la dictadura franquista. Y el de los periodistas contarlo para que el pueblo fuera conociendo, poco a poco, los cambios que se iban produciendo en nuestro país y la nueva forma de gobernar.
En las manos de los representantes del pueblo, y en sus opiniones volcadas en las redacciones, por mandato de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas del Congreso de los Diputados, estuvo elaborar un anteproyecto de Constitución. Los siete diputados designados, de los que quedan vivos tres, fueron a los que se les conoció como los padres de la Carta Magna.
Entre aquel grupo de políticos, profesionales de mucho prestigio que se encerraron en un parador para redactar el texto articulado constitucional, Galicia contó con un representante de gran altura: Manuel Fraga Iribarne, en aquel momento líder de Alianza Popular.
La segunda parte de nuestro trabajo, en aquel intenso año como periodistas, fue informar de la puesta en marcha de un referéndum para la aprobación del texto constitucional. Ello ocurrió el 6 de diciembre de 1978, con el 87% de los votos a favor, una mayoría muy aplastante. Galicia votó el 89% a favor y en contra el 5%
Días pasados y en sede parlamentaria cuatro periodistas, Encina Ramos Fidalgo, Áurea Sánchez  Puente y José Manuel Rivas Troitiño, que seguimos las evoluciones de los acontecimientos constitucionales desde distintas trincheras informativas y educativas, hablamos públicamente del tema. En mi caso, como moderador del encuentro informativo, me hizo rememorar tiempos de profesión periodística cuando llevaba aproximadamente una década contando los hechos informativos.
El futuro, como quedó patente en la mesa redonda, está directamente relacionado con la necesaria reforma constitucional. Los representantes del pueblo tienen en sus manos y en sus votos la última palabra.

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