Un caso que puede que sea aún más terrible

El caso del profesor asesinado por mostrar una caricatura de Mahoma a sus alumnos durante una clase sobre la libertad de expresión es una pesadilla cada vez más oscura. La Policía sospecha ahora que varios de los estudiantes señalaron al asesino quién era Samuel Paty –al que él ni siquiera conocía– a cambio de dinero. De ser cierto, está mucho más allá de ser un acto de inconsciencia de unos adolescentes. Es colaboración con un ejecutor, con el que quizá incluso compartiesen algunas ideas. No hay que olvidar que alumnos y padres crearon una polémica en las redes sociales por las enseñanzas del profesor. Todo apunta a que la propagación del integrismo islámico es mucho más preocupante de que lo que se creía. Da escalofríos.

Un caso que puede que sea aún más terrible

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