En Venezuela ya no se disimula

Aunque se suele decir que “hecha la ley, hecha la trampa”, lo cierto es que la automatización de las votaciones –con pantallas táctiles y lectores de huellas– le pone, al menos en teoría, las cosas más difíciles a los que en otros tiempos habrían dado el cambiazo de urnas con total impunidad. Así que ante la imposibilidad de vencer al sistema, parece que en Venezuela han optado por cargárselo. Un incendio ha arrasado todas las máquinas de votación, que, curiosamente, van a ser reemplazadas, según indican varias informaciones, por otras fabricadas por una empresa afín al régimen. Para qué disimular.

En Venezuela ya no se disimula

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