Que se vayan

Así está el panorama: los policías contra los bomberos y el Ayuntamiento frente a la Delegación del Gobierno. El fiscal frente al juez.;  los jueces contra las decisiones de los políticos andaluces que firman una ley antidesahucios y los políticos, en Cataluña, que quieren preguntar si es mejor irse que quedarse. En Burgos, un barrio –el Gamonal– con memoria, recuerda que todo esto empezó hace muchos años con la condena a un alcalde prevaricador, condenado a varios años de cárcel, indultado por Aznar…
Así están las cosas: las autoridades europeas tienen dudas sobre la fiabilidad de nuestras instituciones y su independencia, cuestionando las políticas de la Fiscalía; denuncian la corrupción; quieren explicaciones al dinero de las subvenciones y se muestran asombrados de que Hacienda extravíe documentos importantes (cinco contratos) y que los “malos” ganen siempre  en un país donde la corrupción contamina la vida diaria, desde las más altas instancias hasta el ciudadano común pasando por sindicatos, partidos políticos, corporaciones, etc. en medio de un guirigay, mientras  doscientos fiscales piden medios para poder investigar la olla podrida en la que se ha convertido el país….
La vieja piel de toro, bajo sospecha. Investigada. Que si piden la devolución de las subvenciones, que si les cuesta recordar el número de imputados (imputado: persona investigada pues su conducta, presuntamente, es sospechosa de haber cometido alguna irregularidad) que aquí mismo tenemos para aguantar y para exportar…
Y mientras  fuera hacen estas cuentas, aquí nos “largan” toda serie de cuentos: esto va bien y se llenan los cines sin añadir que los miércoles las entradas cuestan poco más de tres euros. Sube el consumo… en un país de rebajas al 70% y llegan las inversiones extranjeras… en busca de los saldos en una nación en almoneda…
Lo que sucede que aquí, están empeñados en ocultar el bosque con los árboles que le circundan. Y así sube la bolsa y baja hasta el portal de prima y dejamos de ocuparnos de la madre, el abuelo y la niña que, juntos, suman el 30% de la población que bordea la pobreza y el 25,6% de ciudadanos que busca empleo, los miles de empresas que piden que les llegue el crédito y los cientos y cientos  que exigen que les devuelvan el dinero robado con las preferentes..
Ellos o nosotros. Esa es la disyuntiva.
Y la respuesta es unánime. ¡Que se vayan!

Que se vayan

Te puede interesar