¿Es posible una moción de censura?

Aestas alturas todavía el tema está muy delicado y tendrán que madurar por parte de los socialistas y los populares, si no quieren ver los presupuestos aprobados conforme los tiene redactados la Marea. Lo que sería un golpe muy fuerte para los socialistas y un revés de ligera importancia para los populares, que están recuperando mucho terreno perdido; no se puede decir lo mismo de los socialistas que se han convertido en la muleta que sostiene artificialmente a la Marea. Eso les pasará una sería factura en las próximas elecciones municipales. Si no reaccionan a tiempo sufrirán debacle.
No lo tienen fácil los socialistas a la vista de la división interna que sufren, y que hace que sus bases no hallen una unión para reflotar al partido y todavía piensan que una alianza con Podemos puede salvarles, cuando sería el fin del propio partido, que es como un barco a la deriva con una gran vía de agua, que navega sin rumbo y, al final, se hunde en la inmensidad del océano. Es lo que le puede acontecer al socialismo, que acabarán diluyéndose en un partido de corte populista, pero sin ninguna ventaja. Su promotor tiene bien estudiada su estrategia y espera a que llegue ese soñado momento de convertirse en un nuevo Frente Popular para gobernar España a su antojo, pero sin ninguna condescendencia con el Partido Socialista.
Los dirigentes del PSOE deben tomar conciencia de lo que se les viene encima sino reaccionan a tiempo, y las bases deben tener la prudencia y responsabilidad de más de 130 años de historia de un partido de grandes servicios a España y sus ciudadanos. No puede plantearse como única solución dejar que la Marea sea la que marque los tiempos, porque esa espera acabará con sus propias opciones y el Partido Socialista será un residuo de lo que es hoy y de lo que quieren muchos, un partido fuerte con responsabilidad política y sobre todo protagonista de gobierno.
Es hora de que la socialdemocracia española tome iniciativas para salvaguardar sus propios valores y que los ciudadanos se lo crean; de lo contrario la fuga de votos seguirá su curso y pagarán cara su falta de toma de consideraciones de cara al ciudadano, que cree que el socialismo no puede ni debe perder su protagonismo, el que siempre ha tenido y que tanto bien hizo a sus ciudadanos. Si no lo hace, no será el principio del fin, sino el fin del principio y con ello las ilusiones de todo el socialismo.
Por eso ponerse de acuerdo para desbancar la ruinosa actitud de la Marea sería un buen comienzo, que daría un aire nuevo y una nueva sabia a la política del resto de España, que seguiría el ejemplo coruñés. Luego vendría el reparto de los cargos, pero se habría puesto los mimbres para que no se juegue con el presente y futuro de una ciudad A Coruña, que tantos ejemplos ha dado de madurez política en los asuntos del municipio. Es la oportunidad de colocar a cada uno en su lugar y dar protagonismo al ideario socialista, como uno de esos primeros ejemplos.

¿Es posible una moción de censura?

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