La educación en España

No sé si borrar esto y orientar este artículo hacia asuntos más positivos. Nos dan caña por todas partes. Suspendemos en educación. En lectura no damos pie con bola. Y lo peor, estamos a la cola porque, dicen, no poseemos talento. Existe exceso de deficiencia en el sistema escolar. En “Mate” y Ciencias quedamos lejos del liderato. También en cuestiones sexuales. Hasta el punto de que nos aseguran que tenemos las peores notas del panorama europeo. Nos hablan de que en nuestro país el tema del sexo se imparte de forma desorganizada y dispersa. Coincido en las duchas con varios niños de entre 8 o 10 años a lo sumo. Y uno de ellos, con cara de no haber roto un plato en su vida, le dice a sus compañeros: “¿Habéis ‘chingado’ alguna vez?”. Mientras los críos “debatían” sobre los problemas sexuales, no pude evitar mi sorpresa y mi sonrisa. Su cacao mental sobre esta materia me pareció importante, pero también banal.
¿Y todo esto por qué? Presencio un debate sobre el abandono escolar en nuestro país y es para echarse a llorar. España lidera un elevado abandono escolar temprano que nos lleva a las catacumbas y a la más absoluta oscuridad. Los chinos nos barren. Las “japos” tampoco nos dan tregua. Según ese debate y otros estudios realizados, las mujeres sacan mejores notas que los hombres. Si es así, sólo me cabe felicitarlas. En educación y destreza… además de “catear” a los jóvenes, también meten en el mismo saco a los padres y abuelos. Ya lo refleja el refrán del palo y la astilla. Discrepo.
España es campeona del fracaso. ¿Y qué hacemos? Es necesario frenar, reflexionar, buscar motivos que nos sitúen en cuál es la situación general de la educación en España. Pero los números y los datos son desoladores. España, donde lo único que parece interesar es el fútbol y el famoseo, es uno de los países de la UE con mayor tasa de fracaso escolar. Hablo de ello con algún docente. Y sus respuestas son categóricas. Ahora se estudia menos que antes. Por lo menos en la educación básica. Pero también recalcan que nuestra juventud es mucho más crítica, reflexiona más y, sobre todo, sabe debatir sobre más temas que los adolescentes de otras décadas. Esto podría demostrar que no somos tan negativos como se nos pinta.

La educación en España

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