“LEY WERT”: ¡VAYA EMBOLADO!

No es Rubalcaba el único político que pone fecha de caducidad a la “Ley Wert”. Son muchos estamentos españoles los que vienen jurando en arameo contra dicha inicua Ley. Lo que si hace el PSOE es comprometerse a derogarla en dos años (¡ya veremos cómo!) y da un razonamiento: el modelo “injusto e insostenible” que plantea dicha Ley creará marginados a porrillo.
Dicen los socialistas que ellos son los únicos garantes de la educación pública y que son capaces de enterrar la malhadada Ley Wert que es como decir la Ley Rajoy, ya que si el presidente se opusiese, Wert estaría más callado que el enano mudito de Blancanieves.
Pero Rajoy calla y otorga y entrega a su ministro Wert a los pies de los caballos del odio, la censura y la antipatía general, como ya se demostró hasta la saciedad en el Festival de Cine de San Sebastián, donde el ministro hizo el más absoluto de los ridículos.
Se dice en los diversos mentideros políticos que esta vituperada Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) no tiene el consenso de nadie y se añade que el Parlamento la derogará en la próxima legislatura. Pero eso, conociendo la tozudez de Rajoy, está por ver. El señor Wert no es más que otro tentáculo del inmenso pulpo dañino en que el PP ha convertido a este país.
A saber y suma y sigue: cifran el milagro económico en que sube la Bolsa y bajan las pensiones; suben las exportaciones y bajan las becas y disminuye la prima de riesgo y ponen el copago sanitario, “esa medida miserable que han puesto para que la gente con enfermedades graves pague en los hospitales”.
Todos los países del mundo civilizado saben hasta la saciedad que el éxito de un sistema educativo se mide por su capacidad para atender a los que tienen más dificultades y menos recursos, pero, en España, los alumnos que por falta de posibilidades abandonan los estudios sin titularse van a tener un futuro muy complicado. Es decir, que pueden engordar las listas de desempleados y muchos de ellos acabar en la marginación.
Así están las cosas, lectores amables: muchos españolitos de a pie sueñan con gentes como Montoro, Mato o Wert. Y el sueño que padecen merece el calificativo de pesadilla.

“LEY WERT”: ¡VAYA EMBOLADO!

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