Bertín no quiere a Maduro en su casa

Nicolás Maduro quería sentarse en el sofá de Bertín Osborne a contarle anécdotas y cocinar a cuatro manos con él unas arepas. O cualquier otro plato, que el menú no era lo importante, sino tener la ocasión de blanquear su imagen a ojos de los españoles con una entrevista amable. Tal era el interés del presidente venezolano que para convencer al que sería su anfitrión le ofreció una cantidad “desorbitada” de dinero y le habló de sus bondades: “Dile que cocino muy bien y sé tocar el cuatro (guitarra venezolana)”, le sopló Maduro al intermediario que hablaba por teléfono con Bertín. Pero ni por esas. Bertín pasa.

Bertín no quiere a Maduro en su casa

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