El mundo se queda sin palabras para definir la grandeza deportiva de Rafa Nadal, del que se ha dicho prácticamente todo. Inmenso, gigante, inconmensurable, enorme, intratable, inalcanzable, dueño y señor, rey. Y él se empeña en que haya que buscar nuevos elogios. Su final frente a Djokovic rozó la perfección. No es una exageración, es un resumen. El mejor de la historia en tierra batida ha levantado la copa de los mosqueteros en trece ocasiones e iguala a Federer como uno de los tenistas que más grand slam han ganado. Su carrera no tiene techo, ni queremos que lo tenga. foto: rafa nadal, feliz | efe