Las estrellas de un Hollywood que existió llegan a Europa con Sid Avery

Las estrellas de un Hollywood que existió llegan a Europa con Sid Avery
Dos visitantes en el centro cultural La Térmica de Málaga, donde hasta el 7 de enero se podrán ver imágenes como la de Paul Newman, con pantalones cortos y calcetines blancos, mientras fríe un huevo en su cocina en prese

Hubo una vez un Hollywood, ya desaparecido, con estrellas llenas de glamour que casi se podían tocar, y a cuya intimidad accedió como nadie el fotógrafo Sid Avery, de quien se muestra ahora en Málaga, en una exposición inédita en Europa, parte de su extenso trabajo.

En el centro cultural La Térmica se podrán ver hasta el 7 de enero imágenes como la de Paul Newman con pantalones cortos y calcetines blancos, mientras fríe un huevo en su cocina en presencia de su mujer, Joanne Woodward, y al fondo una puerta entreabierta deja ver ropa apilada sobre la lavadora para hacer la colada.

Rock Hudson atiende el teléfono al salir de la ducha, con una toalla a la cintura, en otra foto, y en una tercera imagen Humphrey Bogart lee junto a la chimenea un cuento a su hijo Stephen, con su mujer, Lauren Bacall, observando la escena y sus tres perros boxer dormitando en el suelo.

Desplazado expresamente desde Los Ángeles para la inauguración de la exposición, que se celebra el día en el que Sid Avery habría cumplido 95 años, su hijo Ron recordaba hoy a los periodistas cómo se forjó la relación de su padre con Bogart.

Después de varias llamadas en las que el actor rechazó someterse a una sesión y le colgó el teléfono, finalmente le concedió sólo cinco minutos el día siguiente a las ocho de la mañana en su casa.

A esa hora tan temprana, el propio Bogart le abrió la puerta, todavía metiéndose la camisa por el pantalón, y como bebida le ofreció un vaso lleno de ginebra, que el fotógrafo derramó disimuladamente en una maceta para no bebérselo.

El actor debió de quedar conforme con el trabajo de Sid Avery, porque al día siguiente le invitó para navegar en su barco, eso sí, con una advertencia: "Que no se te olvide llevar zapatillas deportivas, porque no quiero que me jodas la cubierta del barco", ha relatado Ron Avery.

Por su parte, el periodista Toni García, comisario de la exposición, ha resaltado que Avery "es de una época que se ha ido, en la que uno podía ir a la casa de una estrella, porque todos sabían dónde vivían, picar a la puerta y preguntar por ellos".

"Eran unas estrellas de verdad, con talento y glamour, y el marketing era casi inexistente, mientras que ahora la intimidad se guarda bajo cuatro llaves", ha añadido García.

Sid Avery "se coló en la casa de muchas de esas estrellas y era casi como uno más de la familia", lo que le convirtió "en el retratista más prestigioso en Hollywood de los años cincuenta a setenta, y hubo unos cuantos".

Para el comisario, la clave para que el fotógrafo accediera a esa intimidad de los actores es que "era un tipo muy cercano, y le bastaba con ser él mismo".

"Los fotógrafos, en aquella época, eran gente muy calmada y tranquila, no había paparazzi y era más fácil acercarse a las estrellas, porque no existía la telaraña de protección que ahora hay en torno a ellas", ha añadido.

Como fotógrafo, "era capaz de sacar el glamour de cualquier situación, trabajaba mucho y bien la naturalidad y su cartera de 'clientes' era impresionante, porque no había nadie que tuviera acceso a tantos actores".

Las estrellas de un Hollywood que existió llegan a Europa con Sid Avery

Te puede interesar