Respeto... y tablas

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Álex Bergantiños hizo un partido muy completo actuando entre Mujaid y Borja Granero en el eje de la zaga | alfaquí

El duelo de estilos que se vivió ayer en Pasarón, donde se enfrentaron el equipo más realizador de los 20 que componen el Grupo B, el Pontevedra, y el más rocoso en defensa, el Deportivo, se saldó con un empate (1-1) —con el segundo gol de Diego Rolan en su segunda aparición con la camiseta blanquiazul— que mantiene a los coruñeses en el liderato.

Quedó patente el respeto que tiene Fernando Vázquez a la pareja Rufo- Charles,  ya que el técnico de Castrofeito reforzó la retaguardia con un tercer central, el capitán Álex Bergantiños, que formó entre Mujaid y Borja Granero, con Eneko Bóveda y Salva Ruiz en los laterales.
   Otra novedad que introdujo el preparador en el once fue la presencia de Yago Gandoy en la medular, mientras que en punta alineó a Rolan, después de que el uruguayo debutara hace una semana con el gol del triunfo ante el Racing en Riazor.

Desde el pitido inicial quedó claro que en el césped de Pasarón se jugaban mucho más que tres puntos. Se revivía un derbi 40 años después, además, entre los dos máximos favoritos del grupo. Mucha tensión, respeto y alternancia en el juego.

Ninguna de las dos escuadras lograba hacerse con el mando de un encuentro cuya mejor acción en los primeros 45 minutos estuvo en las botas de Eneko Bóveda. En el 10’, el lateral recibió un muy buen pase de Celso Borges, se plantó en el balcón del área contraria, pero dudo si chutar o continuar la jugada, lo que permitió a Churre arrebatarle la pelota.

 Avanzaba el duelo y el cuadro coruñés trataba de hacerse con el control del duelo. Tenía la pelota, pero su falta de claridad y profundidad se estrellaba una y otra vez ante un Pontevedra ordenado y táctico.

Uche Agbo, que nos tiene habituados a ser el soporte de la medular herculina, exhibía una imprecisión impropia de él, Borja Galán no estaba nada cómodo en la zona de tres cuartos y Diego Rolan se veía demasiado solo en punta.

En el minuto 23, el charrúa, tras un gran desmarque, recibió un excelente pase largo de Álex Bergantiños, que le dejaba solo ante el portero, pero el colegiado señaló fuera de juego.

Tres minutos después, fue al Pontevedra a quien el trencilla canario señaló un fuera de juego. En este caso, después de que Charles aprovechara un pase de cabeza de Rufo para marcar solo ante el portero. Pero el colegiado, en una decisión acertada, anuló el  tanto.
El Depor dio más pausa a su juego, hilvanaba mejor las jugadas, cometía menos pérdidas y se sentía más cómodo, pero seguía sin ser capaz de traspasar la telaraña granate.

Ninguno de los dos laterales del Depor estaban nada acertados cuando se incorporaban al ataque y el Pontevedra se sentía cada vez más fuerte con su 4-4-2 inexpugnable, a la espera de poder lanzar un contragolpe y aprovechar la contundencia ofensiva de Rufo y Charles.

El encuentro llegó al descanso sin ocasiones claras y con un Depor que mandaba en el césped, pero que apenas había inquietado a un Pontevedra que se limitaba a aguantar, que apenas se acercó al área blanquiazul y que cuando lo logró, se topó con un excelso Álex Bergantiños, que se mostró como una roca y protagonizó  tres recuperaciones notables.

Salió más enchufado el Pontevedra en la segunda mitad. Los locales dieron un paso adelante y empezaron a empujar al Depor, que aun así protagonizó una buena jugada en el minuto 54 con una triangulación entre Uche y Gandoy, pero el posterior centro de Bóveda se estrelló con un defensor. 

Cambio de dibujo
Fernando Vázquez movió ficha en el 57. El técnico blanquiazul sentó a Uche Agbo, que tenía una cartulina amarilla y tampoco aportó el equilibrio de jornadas anteriores, y metió a un futbolista de un corte más ofensivo, el sevillista Lara.

El Depor dio un paso adelante y se rompió el partido. En el minuto 65, Eneko Bóveda tocó la pelota para Borges en la zona de tres cuartos y el internacional costarricense metió un excelente pase en profundidad a Diego Rolan que superó al portero Mario con un potente disparo y la ayuda de Xisco Campos, ya que el balón tocó ligeramente en el defensa rival. Dos partidos y dos goles para el uruguayo.

Poco duró la alegría blanquiazul, ya que tres minutos después, Rufo finalizó un rápido contragolpe con un gran remate de cabeza, desde el segundo palo, que rozó el larguero y se coló en la portería de Carlos Abad.

En el 77, los locales se plantaron ante la meta de Abad de nuevo con otra contra, aunque en esta ocasión el remate fue de Charles y acabó en las manos del cancerbero. Muy poco necesitaba el Pontevedra para hacer daño.

En el 80, se produjo una acción que condicionó el tramo final del encuentro. Tras un manotazo de Lara a Rufo, se desencadenó una tangana y el colegiado expulsó con roja directa al deportivista y a Charles por parte del Pontevedra.

Nacho González, que había entrado al campo en el minuto 75, dio pausa a la medular, pero el ataque blanquiazul sigue siendo muy previsible.

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