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jueves | 25 abril | 2024
El Ayuntamiento de Oleiros finalizó las obras de construcción del carril bici que enlaza los núcleos de Santa Cruz y Mera en uno de los tramos de la infraestructura que más polémica generó.
Ya está abierto al público el acceso a la zona interior del muro que rodea el pazo de Arillo, en la parroquia de Dorneda. Tras dos meses de trabajos en los que se derribaron partes del cierre de piedra y se construyó otro para preservar la intimidad de los actuales propietarios del inmueble, los vecinos de la zona pueden transitar por el lugar sin verse abocados a pisar la calzada de la vía AC-173.
Iluminación LED
El lugar, que ya cuenta con iluminación tipo LED y papeleras y tiene cinco metros de ancho, precisa, eso sí, que se mejore el firme para el uso de bicicletas ya que, salvo para las de montaña, para el resto el terreno está impracticable durante las jornadas de lluvia.
Este nuevo tramo forma parte del carril bici que une los núcleos de Mera y Santa Cruz, y atraviesa Dorneda, se integra dentro de la red metropolitana que patrocina la Diputación de A Coruña y que se pretende alcance los 70 kilómetros de longitud entre los municipios de A Coruña, Cambre, Culleredo, Arteixo y, por supuesto, Oleiros.
Tres pilares
La iniciativa forma parte de un gran proyecto que se sustenta, principalmente, sobre tres pilares. En primer lugar, se trata de crear un carril bici que discurra paralelo a la costa.
Parte de la urbanización Beiramar, en Perillo, y aprovecha el paseo marítimo de Santa Cristina para alcanzar la calle Polvorín, donde conecta con una senda que conduce a Santa Cruz.
En segunda instancia, a su paso por esta localidad, no existe vía de uso exclusivo para ciclistas. En el proyecto, que se presentó en su momento, se especificaba que debido a las características de este núcleo urbano, densamente poblado, se optó por espacios compartidos.
Tercera premisa
La tercera premisa afectaba a la localidad de Mera. En este caso, en el tramo entre Augarrío, O Couto y Arillo se construyó también una plataforma compartida junto a la carretera de Santa Cruz.Cabe destacar que en el tramo más cercano a Mera se aprovechó el espacio que el Gobierno local dejó de un proyecto anterior.
También recordar que la construcción de este tramo del carril bici se efectuó tras numerosas negociaciones, acuerdos y desacuerdos en los que el alcalde llegó a amenazar con un proceso de expropiación si los titulares de la propiedad no aceptaban el paso de la senda ciclista por el pazo.
Finalmente, en noviembre de 2018, ambas partes lograron consensuar posturas y en febrero pasado el Gobierno local adjudicaba los trabajos por cien mil euros.
