Italia vuelve a temblar tan solo un año después del seísmo que asoló Amatrice

Italia vuelve a temblar tan solo un año después del seísmo que asoló Amatrice
Los servicios de emergencia rescatan a Ciro, un niño de once años, tras el terremoto en Ischia | Cesare Abbate (efe)

Casi un año después del terremoto que asoló el 24 de agosto Amatrice y otras localidades del centro de Italia, el país volvió a revivir el miedo y la angustia con un nuevo seísmo, esta vez en la isla de Ischia (sur), donde dos personas murieron y 41 resultaron heridas. El terremoto, de magnitud 4 en la escala de Richter, se produjo el lunes a las 20.57 hora local y se dejó sentir en toda la isla.
Sin embargo, la peor parte se la llevó el municipio de Casamicciola, cuyo centro está destruido y donde numerosas casas han quedado reducidas a escombros.
Otras muchas presentan agujeros y grietas en sus fachadas, y otras permanecen solo una parte en pie, dejando entrever las estancias que el lunes estaban habitadas y ayer estaban llenas de polvo, piedras y cemento.
Los vecinos se encontraban ayer fuera de sus casas, paseaban por las calles o charlaban en sillas de jardín o también en las entradas de sus portales.

14 horas atrapado
Pero su desesperación vivió una tregua ayer por la mañana, cuando los equipos de emergencia lograron rescatar a un niño de 11 años que había permanecido unas 14 horas atrapado bajo dos bloques de hormigón.
El chico estaba completamente tapado por los escombros, solo dejaba ver su cabeza, tal y como confirmó el portavoz de los bomberos, Luca Cari.
Agotado por el esfuerzo, requirió de oxígeno para respirar mientras estaba atrapado y después, una vez fue rescatado, fue ingresado en un hospital cercano para recibir asistencia.
En el momento en el que Ciro, el último de los afectados que estaba atrapado entre las ruinas, era liberado, los vecinos que se habían acercado a la zona para dar su apoyo rompieron en aplausos y en gritos de alegría.
Momentos antes también habían sido rescatados con vida sus dos hermanos, uno de 7 años y otro de 7 meses. Entre los habitantes que sonreían por Ciro estaba Valeria, una joven de 18 años que cuando se produjo el seísmo estaba junto a su hermana con el ordenador y sintió cómo en un par de segundos “todo se movía, la estantería se caía y se apagaba la luz”, según relató.
Valeria se salvó, junto con su hermana y sus padres, pero su casa es una de las que quedaron destrozadas.
Respecto a los 41 heridos, 12 continúan ingresados, entre ellos los tres niños, debido a los pequeños traumas sufridos, confirmó el director sanitario del hospital de Ischia, Antonio D’Amore.

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